El magnesio ayuda a relajar los músculos, mientras que el potasio es crucial para la contracción muscular normal, lo que puede ayudar a evitar los calambres.
Ayuda a mejorar la salud ósea. El magnesio resulta vital para la formación de huesos y regula los niveles de calcio dentro del cuerpo.
El potasio reduce la expulsión de calcio a través de la orina, lo cual es beneficioso para mantener los huesos fuertes.
Apoya el metabolismo energético. El déficit de magnesio puede provocar falta de energía, por lo se trata de un mineral esencial para mantenerla. Por su parte, el organismo necesita potasio para que las células utilicen la energía de forma eficiente.
